Somos ese espacio abierto y al descubierto, donde se comparten las historias.
Somos una plaza como punto de encuentro y una mesa como punto de reencuentro.
La Plazita es todo eso. Cocina que se expresa con libertad e invita a recordar y a contar.
Porque en una plaza y en una mesa, nunca faltarán las historias.